Ahora que estamos solos,
en este momento único
de intimidad plena
de identidad absoluta,
aprovechemos el tiempo
para acallar nuestras vidas
y recuperar el silencio
de las horas perdidas.
Ahora que todo es silencio,
acompáñame a esta solo:
con el corazón abierto,
con el alma desnuda...
sin más vestido que el amor
que nos cubre a los dos.
Ahora es el momento,
en este instante de dicha y gloria:
cubiertos de abrazos,
sedientos de besos...
reconociendo lo que somos
y lo que seremos,
en el presente del hoy
y del mañana.
Cipriano