Por ti, edifiqué un cielo con mis manos,
en el que forjé atardeceres en lienzo fino
para que contemplaras mis pensamientos
y vieras en ellos un reflejo de mi amor.
Por ti, navegué días con sus noches
por inmensos mares y océanos,
entre aguas tranquilas y tempestuosas,
monstruos marinos, corales y arrecifes;
con mi mente puesta en llegar a tu puerto
a descansar en tus brazos.
Por ti, libré mil batallas enemigas
que amenazaban arrebatarme la vida
y alejarme de ti, para siempre,
quitándome el sueño de verte
después de la victoria, o la derrota.
Por ti, me hice carne de tu carne
y sangre de tu sangre.
Nací para ti, vivo para ti... y moriré por ti.
Todo mi ser te pertenece
y en ti permanecerá
para siempre.
aunque estés ausente.
Cipriano
viernes, 30 de septiembre de 2016
sábado, 10 de septiembre de 2016
VIVIR ES UN ARTE COMPLEJO
Vivir es un arte complejo
que recoge innumerables estilos,
unos toscos, otros oscuros, otros claros,
en diferentes tonalidades y colores.
Vivir es un arte complejo
que deja sabores y sin sabores,
plasmados en lienzos finos y degradados,
que perdura en un tiempo y se esfuma en otro.
Vivir es un arte complejo.
Como el arte, se vive y se muere
entre intermitencias de memoria y olvido,
del ser y la nada sartreanos:
parpadeamos y desaparecemos.
Cipriano
viernes, 2 de septiembre de 2016
MÁTAME SUAVEMENTE
Mátame suavemente.
Empieza con el corazón,
desgarrándolo de dentro hacia fuera;
así te darás cuenta
que todo mi ser se desborda,
se da sin límites de espacio y tiempo.
Mátame suavemente.
Despacio y sin pausa,
contemplando mi rostro mientras lo haces;
verás qué profundo es el sufrimiento,
cuando se sufre por amor,
por un amor puro y fiel
que todo lo entrega...
hasta la propia vida.
Cipriano
Empieza con el corazón,
desgarrándolo de dentro hacia fuera;
así te darás cuenta
que todo mi ser se desborda,
se da sin límites de espacio y tiempo.
Mátame suavemente.
Despacio y sin pausa,
contemplando mi rostro mientras lo haces;
verás qué profundo es el sufrimiento,
cuando se sufre por amor,
por un amor puro y fiel
que todo lo entrega...
hasta la propia vida.
Cipriano
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