Por ti, edifiqué un cielo con mis manos,
en el que forjé atardeceres en lienzo fino
para que contemplaras mis pensamientos
y vieras en ellos un reflejo de mi amor.
Por ti, navegué días con sus noches
por inmensos mares y océanos,
entre aguas tranquilas y tempestuosas,
monstruos marinos, corales y arrecifes;
con mi mente puesta en llegar a tu puerto
a descansar en tus brazos.
Por ti, libré mil batallas enemigas
que amenazaban arrebatarme la vida
y alejarme de ti, para siempre,
quitándome el sueño de verte
después de la victoria, o la derrota.
Por ti, me hice carne de tu carne
y sangre de tu sangre.
Nací para ti, vivo para ti... y moriré por ti.
Todo mi ser te pertenece
y en ti permanecerá
para siempre.
aunque estés ausente.
Cipriano
No hay comentarios:
Publicar un comentario