Aquí, los dioses y los hombres se confunden
a pesar de sus diferencias.
El tiempo humano al igual que el tiempo de los dioses
es un tiempo presente y cíclico.
Aquí, el pasado es un mero reflejo del presente
y el futuro aún no existe, es incierto.
Como los dioses,
los hombres vivimos el "ahora".
El "aquí" y el "ahora" es lo único que importa...
a los dioses y a los hombres:
Se vive y se muere,
en el tiempo presente;
Se ama y se odia,
en el tiempo presente;
en este instante,
encerrado en la eternidad de lo que somos:
"Hombres que juegan con los dioses
el juego de ser dioses de sí mismos."
Cipriano
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